Conoce las ventajas de los portes y mudanzas
Los portes se consideran mudanzas más pequeñas, mientras que las mudanzas como tal se refieren a trasladar gran cantidad de objetos. De allí viene la diferencia entre estos términos.
Por ejemplo, en la remodelación de la sala de su casa cambiará de muebles, lámparas y cuadros. Para movilizar los que traerá nuevos y sacar los viejos, puede contratar un servicio de portes que trate cuidadosamente el mobiliario.
Las mudanzas implican más trabajo: clasificación, embalaje, carga, montaje, mantas, etc. Y en ocasiones es necesario adicionar grúas, elevadores u otros extras que hagan más fácil el proceso.
Portes y mudanzas los puedes encontrar en una misma empresa; el precio de cada uno, así como las especificaciones en cuanto al traslado es lo que establece sus características.
Ventajas de contratar una empresa de mudanzas
Ambos coinciden en que la flota de vehículos para cualquiera que sea el caso, tiene que ser la más adecuada, igual que la maquinaria, herramientas, material y personal que se encargará de manipular el mobiliario o enseres.
Ciertamente no es obligatorio pagar a una empresa para que se ocupe de los portes y mudanzas, podemos hacerlo nosotros mismos. Pero existe una ventaja de dejar la tarea en manos expertas.
Se trata de apostar a una inversión que implica menos horas hombres para nosotros y, en consecuencia, menos agotamiento físico, aunque lo que corresponda trasladar sean cuatro muebles.
Además, a diferencia de los negocios de mudanzas, los clientes normalmente no disponen de los materiales y equipos que hacen falta en el proceso de cambio de vivienda; resultaría más costoso porque tendríamos que gastar comprado o alquilando ciertos implementos que simplificarán el transporte de los objetos.
No hay que fijarse solo en el precio
La idea de pagar por portes y mudanzas es que se lleve a cabo en el menor tiempo posible, gastando lo menos que se pueda y sin incidencias.
Es fundamental que el cliente esté pendiente de la empresa que contratará, pues hay servicios autónomos o pequeños no registrados que ofrecen precios más baratos, sobre todo cuando de portes se trata.
Pero no disponen de garantías, medios o abren canales de reclamación a sus clientes, poniendo en riesgo el gasto y las pertenencias a trasladar.
Esta alternativa muchas veces es preferida por el coste, aunque es un error fijarse únicamente en este porque al final pudieran suscitarse roturas, pérdidas, robos y otros hechos que molesten al usuario.